Todos conocemos esos típicos momentos en los que no pensamos, en los que nos dejamos guiar por impulsos nuestros que ni siquiera nos damos cuenta que tenemos, esa sensación casi inexistente en la franja del tiempo que si nos paramos a pensar en ella y decimos: “¿Qué?”
Tantas cosas a las que somos inconscientes que por mucho que queramos controlarlas, sostenerlas con nuestras manos, tenerlas bajo nuestra merced...tanto es el deseo que perdemos la noción del tiempo, que pasa la vida ante nosotros demasiado rápido hasta quedar en lo fue una vez, nada.
Pensaréis que todo esto que escribo son una chorrada y bueno, no os quito la razón porque ni yo mismo sé por qué plasmo mis sentimientos a la vista del mundo pero pido un acto de confianza, de seguridad, de saber que todo no vaya bien, pero que simplemente vaya, con todo esto sólo quiero decir algo:
VIVAN AQUELLOS MOMENTOS EN LOS QUE NO PENSAMOS, HUIMOS DE LA TIERRA DEL PENSAR, INSTALÁNDONOS EN ESOS PEQUEÑOS SEGUNDOS QUE APENAS SENTIMOS EL PESO DEL TIEMPO, GRACIAS A ELLOS SOY FELIZ Y SÉ LO QUE ES SENTIR Y POR SUPUESTO, VIVIR.
Martes 5 de Junio, 2011
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